Cómo usar un Test A/B para aumentar tus ventas

La semana pasada analizábamos en EmprenDI los beneficios de utilizar landing pages para aumentar el tráfico y las ventas concretadas en nuestro emprendimiento digital. Hoy vamos a interiorizarnos sobre cómo encontrar la fórmula perfecta para conseguir los objetivos deseados.

El Test A/B es una de las estrategias de marketing digital más recomendada para optimizar tu landing page e identificar su versión más efectiva.

Consiste en generar al menos dos versiones de una misma landing page y dirigir tráfico distinto hacia cada una para determinar cuál es la que consigue mayores conversiones.

Generalmente, se trabaja con dos versiones de una misma landing page, de ahí el nombre del test, aunque no es obligatorio limitarse a ese número. También es posible poner a prueba tres, cuatro o más variantes.

Entre ideas nuevas e ideas ya establecidas

Cuando la inspiración pica, puede servir tanto para crear una landing page completamente nueva como para darle un toque de frescura a una landing page ya existente.

El Test A/B se puede aplicar a cualquiera de los dos casos. Sirve para que tus visitantes te indiquen cuál es la landing page que debe quedar en tu servidor de hosting por ser la más efectiva y también para que te indiquen si vas por el camino correcto al querer cambiar una landing page actual que comprobaste que trae resultados pero considerás que te puede brindar mucho más.

En estos casos, la diferencia para encarar el Test A/B debería estar en la cantidad de tráfico destinada a cada escenario planteado.

Si hablamos de una idea nueva, entonces la mejor opción es destinarle exactamente la misma cantidad de tráfico a cada versión. Si estuvieras poniendo a prueba dos landing pages, compitiendo entre sí, entonces destiná un 50% del tráfico entrante a cada una, para obtener resultados lo más fieles posible.

En cambio, si estás probando una idea nueva contra otra que ya da resultados, entonces es recomendable enviar la mayor cantidad de tráfico a la landing más probada, la que funciona y trae buenos resultados, y un número menor a la landing page nueva, para testear su performance. Te podés mover con un 70/30 si no querés arriesgar conversiones, o subir a un 60/40 si estás más confiado en tu nuevo trabajo.

El resultado de las conversiones de la landing page más nueva te va a dar el empujón que necesitás para animarte a dejar de lado la landing page actual y reemplazarla definitivamente por la segunda.

Una simple regla de tres

El Test A/B resume a una sencilla fórmula matemática el éxito de tus landing pages.

Lo que vas a analizar para cada una de ellas son dos variables:

  • Cantidad de visitantes
  • Cantidad de conversiones

Es decir: sobre la cantidad de gente que entró a esa variante de la landing page, cuántos concretaron la acción que buscabas (comprar un producto destacado, suscribirse a tu lista de correo, pedir una muestra gratuita de tu servicio, etc.).

Con esos dos datos, vas a poder calcular la tasa de conversión de cada landing testeada.

Por ejemplo, tenés dos landing pages: “A” y “B”. Las dos tuvieron la misma cantidad de visitas, porque organizaste el tráfico para que fuera 50/50, entonces a ambas ingresaron 700 visitantes. Ahora, la landing “A” generó 235 conversiones, sobre las 407 que generó la landing “B”.

Tenemos un porcentaje de conversión del 58% de la landing page “B” contra un más bajo desempeño del 33.5% de la landing “A”. Claramente, la landing “B” es la mejor opción para dejar online.

Muchas oportunidades de mejora

¿Qué diferencias hay entre las landing “A” y “B” del ejemplo anterior? ¿Por qué una funciona mejor que la otra?

Los motivos pueden ser muchos, por eso siempre podés seguir haciendo mejoras a tus landing pages.

Las variables que podés analizar en cada test son muchas y muy diferentes, por ejemplo:

  • Títulos y subtítulos
  • Propuesta única de ventas (USP)
  • CTA
  • Imágenes
  • Videos
  • Color de fondo y de tipografía
  • Estructura
  • Contenido

Pero cuidado, cambiá siempre una variable por vez.

Por ejemplo, imaginemos que no estás conforme con el rendimiento de tu landing page y le cambiás tres elementos que considerás no están funcionando: tu título principal, la imagen de cabecera y el texto del botón de tu CTA.

Y ahora la página modificada tiene un rendimiento más bajo todavía que al principio…

¿Entonces? ¿Cómo identificás cuál de las tres modificaciones provocó esa caída en las conversiones?

Ese tipo de accionar sólo va a retrasar la aplicación de los cambios positivos que van a aumentar la performance de la landing page. Por eso, siempre hacé un cambio por vez.

Ni mucho ni poco: encontrá el balance ideal

¿Cuánto tiempo tiene que durar el Test A/B?

Simple: el tiempo justo para poder implementar los cambios a tiempo y el suficiente para poder identificar cuáles deben ser esos cambios.

Si hacés el test durante un período muy corto, entonces no le vas a dar tiempo a tu audiencia para indicarte cuáles son las modificaciones que necesitás hacer para obtener mejores resultados.

Por otro lado, si el test dura demasiado tiempo, vas a perder muchas conversiones por no haber aplicado rápidamente los cambios necesarios.

Conclusión

Para ser exitosa y ofrecerte la mayor tasa de conversión tu landing page tiene que contar con un título que cautive, un CTA claro, una imagen deslumbrante y una estructura bien armada, aparte de contar con un contenido que en pocos párrafos ofrezca todas las respuestas que el visitante precisa para convencerse de tomar el siguiente paso.

Si necesitás ayuda para mejorar tu landing page no dudes en contactarnos. En DCG contamos con la experiencia y las herramientas necesarias para ofrecerte los mejores resultados.

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